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La juventud española es en general optimista con respecto a sus expectativas de futuro y a su vínculo indivisible con la tecnología. Pero a la vez, recelan de la precariedad y de la pérdida de puestos de trabajo que puede provocar.

Hace años que se habla de la cuarta revolución industrial surgida al calor de las nuevas tecnologías. La transformación digital impacta en el trabajo, la comunicación, el ocio o la educación y está cambiando el estilo de vida de la sociedad a nivel global. La transformación digital está siendo para las generaciones de millenials y anteriores un proceso de adaptación constante, mientras que para los ‘zetas’ y posteriores constituye su hábitat natural.

Por eso, a la hora de describir su realidad y de valorar sus perspectivas en relación a la innovación, los jóvenes se consideran en general optimistas. De hecho, el concepto de futuro es el que más se asocia a las nociones de tecnología y progreso, y los españoles y españolas de entre 15 y 29 años encaran el porvenir con curiosidad (35,8%), esperanza (29,3%) y motivación (27,7%).

En líneas generales, la visión también es favorable si repasan el tiempo presente, según indica el barómetro ‘Jóvenes y Expectativa Tecnológica 2020’ elaborado por Google, Fad y BBVA. Así, consideran que las ventajas de la tecnología superan a sus inconvenientes, hasta el punto de que el 49,7% está convencido de que mejora la calidad de vida de las personas, fundamentalmente en cuanto a conocimiento y comodidad, y solo el 24,7% preferiría una digitalización menor-. A su vez, el 35,4% de los encuestados responde afirmativamente cuando se les pregunta si creen que ofrece oportunidades.

DESAFÍOS LABORALES

Sin embargo, hay un amplio porcentaje para el que adquieren relevancia los retos digitales ante los que se enfrentan, relacionados en gran medida con el ámbito laboral. El estudio revela que un segmento significativo de los jóvenes adopta posturas escépticas ante la dicotomía tecnología-trabajo.

Si la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) estima en un 14% el volumen de puestos de trabajo que está en riesgo de automatización y el Foro Económico Mundial calcula que en 2025 las máquinas realizarán más tareas que los humanos, la mayor parte de los encuestados, el 41,2% del total, considera que con la transformación digital se perderán más empleos de los generados, frente al 22,8% que cree que no destruirá puestos de trabajo. Y el 32,8% asegura que provocará un aumento de la precariedad en las condiciones laborales.

Dentro de este grupo de jóvenes más desconfiados con las perspectivas laborales y tecnológicas, el informe indica que se aprecian también diferencias de género y también de estrato social. «Se trata del grupo de jóvenes más feminizado y donde encontramos una mayor presencia, comparativamente, de clases bajas, por lo que desde una posición de mayor vulnerabilidad y precariedad económica se presenta una visión mucho menos optimista de la tecnología«, recogen las conclusiones del barómetro.

También se encuentra una mayor presencia de jóvenes entre 25 y 29 años, «precisamente aquellos y aquellas que han experimentado en sus carnes la precariedad laboral y la imposibilidad de desarrollar un proyecto de vida una vez finalizados sus estudios, ya que se trata de un perfil donde la presencia de jóvenes con estudios superiores es muy elevada», define el estudio.

En este contexto de incertidumbre laboral, en el que conviven un sistema educativo en forzada reinvención y un mercado de trabajo exhausto, los jóvenes españoles son conscientes de que necesitarán habilidades tecnológicas que la educación ‘formal’ no les está entregando, por lo que demandan responsabilidad por parte de los empleadores, que deben implicarse en la formación digital de sus trabajadores.

En este sentido, el estudio destaca que aquellos que compatibilizan estudios y trabajo son incluso más conscientes de la necesidad de que los centros de trabajo colaboren a la hora de proporcionar las destrezas digitales que no se adquieren en el ámbito educativo.

CREATIVIDAD Y RENDIMIENTO

El barómetro recoge también una lectura positiva en torno a las transformaciones laborales futuras. El 51,3% de los encuestados asegura que la tecnología favorecerá el desarrollo de una mayor creatividad, mientras que el 50% se mostró de acuerdo en el que permitirá que los empleados sean más productivos.

Además, se observa un elevado interés por iniciar una carrera profesional en el ámbito de las tecnologías, incluyendo profesiones en informática, robótica, ciberseguridad, desarrollo de aplicaciones, ingeniería industrial o mecánica, ingeniería de sistemas o biotecnología. A más de un tercio de jóvenes (35,8%) les gustaría iniciar una carrera profesional en este sector, un 14,7% ya la ha iniciado, algo menos de un tercio (28,8%) señalan que quizás lo harían y un 15,3% están seguros de que no la iniciarían. De nuevo se presenta un sesgo por género, ya que son las mujeres las que muestran menos interés por estas carreras de la rama STEM.

Por otra parte, genera mucho interés la opción de un perfil que mezcle comunicación y tecnología, como puede ser influencer, youtuber o community manager. Al 38,4% de los jóvenes entrevistados les gustaría tener una trayectoria profesional en este sector, mientras que el 9,3% asegura haberla iniciado ya. Por el contrario, un 18,5% señala que seguro que no elegiría este camino profesional.

Estas son algunas de las principales conclusiones del barómetro ‘Jóvenes y expectativa tecnológica 2020’, como primer resultado del Observatorio de Jóvenes y Tecnología presentado hoy. El estudio ha sido realizado mediante un panel online en el que se ha preguntado a 1.200 adolescentes y jóvenes de 15 a 29 años durante el mes de marzo.

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